He leído el manifiesto titulado “Manifiesto de los libres e iguales”, que presentaron ayer 15 de julio de 2014 50 intelectuales, periodistas, políticos y expolíticos en el Congreso de los Diputados. Su intención es exigir al PP, PSOE, UPyD y Ciutadans más firmeza frente a lo que ellos consideran un desafío secesionista promovido por el President de la Generalitat Artur Mas al resto de España.
El problema estriba en que, desde un primer momento, se aprecia cierta tendenciosidad y alguna que otra mentirijilla que invalidaría los argumentos, supuestamente racionales frente al “fondo gravemente reaccionario del nacionalismo”, que esgrimen contra el movimiento independentista.
La tendenciosidad emerge desde el momento en el que se pretende defender un aixoma que es falso: los españoles son iguales. Los ciudadanos españoles no son iguales y esta desigualdad está respaldada por la misma Constitución. Desde el momento en que Euskadi tiene un regimen fiscal distinto del resto de CCAA, por muy constitucional que sea, la igualdad entre los españoles no existe. Por tanto, si no somos iguales y hay algunos que gozan de ciertos privilegios constitucionales, siempre habrá otros que luchen por conseguir esos mismos privilegios.
La contradicción se encuentra en que todas aquellas razones que se le critican al nacionalismo catalán (“antepone la identidad a la ciudadanía, los derechos míticos de un territorio a los derechos fundamentales de las personas, el egoísmo a la solidaridad”) han servido para legitimar constitucionalmente las diferencias, respecto al resto de los ciudadanos españoles, de los vascos. Y, claro, como no veo a todos estos intelectuales luchar con igual fiereza contra esta desigualdad real entre los españoles, me da que pensar que la Racionalidad ilustrada ya no es el eje en el que se basa este manifiesto.
Y, ahondando en el concepto de igualdad, ¿de qué estamos hablando realmente cuando defendemos la igualdad de los españoles frente al sececionismo catalán? ¿qué tipo de Estado quieren los firmantes de este manifiesto? ¿una concepción jacobina de España, en la que Madrid sea el centro de todo? A ver si va a resultar que, en el fondo, estamos ante una lucha de élites que no aceptan que otras partes de España tengan más fuerza económica, más dinamismo, más inquietudes culturales.
Me gustaría oír las causas que los firmantes, intelectuales ya se ve que en este caso en concreto les queda grande el adjetivo, del manifiesto consideran como motores del auge del independentismo en Catalunya. ¿Sólo ha sido por las limpiezas de cerebro a los pobres niños catalanes desde las escuelas públicas y concertadas catalanas? ¿O realmente hay que empezar a hacer autocrítica por parte de, justamente, estas élites centralistas de todos aquellos aspectos que favorecen la voluntad de separarse por parte de unos ciudadanos?
¿Los firmantes del manifiesto creen que si Catalunya tuviese el mismo sistema fiscal que Euskadi habría el mismo sentimiento independentista que hay en la actualidad? ¿Los firmantes del manifiesto encuentran lógico no promover el Corredor del Mediterráneo, una infraestructura que mejoraría no solamente a Catalunya sino que también a Valencia, Murcia y Andalucía, regiones que también son España? ¿Por qué es más lógico y racional invertir en líneas de alta velocidad que no son rentables en detrimento de inversiones en infraestructuras más eficientes como, por ejemplo, el aeropuerto de Barcelona y que harían crecer el PIB de España de una manera contrastada?
Igual estas reflexiones tendrían que estar en el sustrato sobre el que los firmantes del manifiesto ven “imprescindible abrir un debate público que informe y comprometa al conjunto de los españoles”. Pero me da que no. Me da que se tiene cierto miedo, desde las élites centralistas de Madrid, a favorecer que unas regiones tengan esa voluntad de ser emprendedoras, qué palabra tan de moda por parte de la derecha, esa voluntad de desarrollarse económica y socialmente, librándose de los tópicos y de la caspa que se perciben en esta concreta concepción de España.
Antes de entrar en comentar la gran contradicción final, me gustaría resaltar algunas mentirijillas, por decirlo de una manera suave, que intelectuales de la talla de Mario Vargas Llosa no tendrían que firmar, pues son más dignas de tertulia de taberna que de mentes inquietas y racionales.
Que yo sepa, no he oído decir a ningún independista que quiera destruir el “más valioso patrimonio” de los españoles: “la condición de ciudadanos libres e iguales”. Los independentistas quieren tener un Estado propio pero dudo que quieran una dictadura fascista para España, en la que se privara la libertad e igualdad de los ciudadanos.
¿Cómo se puede afirmar, con total impunidad, que el “secesionismo catalán se hermana con el populismo antieuropeo”? Que yo sepa, el discurso europeo de Artur Mas, por mucho que a mí no me guste, no tiene nada que ver con la demagogia barata de Marine Le Pen o Nigel Farage. Como prueba, léanse declaraciones del candidato de CIU Ramón Tramosa, llegando a estar de acuerdo en algunas cuestiones con el sr. Nart, candidato por Ciutadans.
Por último, pretender ser épico y grandilocuente provoca que, a veces, le demos tantas vueltas al asunto que acabamos escribiendo, manifestando y exigiendo (de la misma manera que la ANC no es quien para hablar en nombre de ni para exigir nada estos 50 ciudadanos tampoco) aspiraciones que son contradictorias entre sí ¿Alguien, en su sano juicio, se atreve a “alcanzar un pacto público, solemne y conciso” pero rechazando “cualquier negociación”? ¿Cómo se puede no “renunciar a las reformas cíclicas que permitan que España sea una nación cada vez más integradora” si no se escucha a aquellos que, en un principio no eran independentistas, pero que tampoco se siente cómodos con la situación actual? ¿Si se está dispuesto a “alcanzar un pacto público, solemne y conciso que establezca un compromiso transversal de unidad de acción frente al secesionismo y garantice la decisión de someter al referendo común cualquier alteración de las bases constitucionales”, por qué no se permite y se aboga para que la consulta del 9 de noviembre se realice en toda España?
Lo dicho, palabras épicas y grandilocuentes para ocultar un discurso vacío que no es capaz de generar ganas de ser español en los ciudadanos catalanes.
La verdad es que detrás del independentismo,solo hay una ambición de poder político de «entonces yo haré y robaré lo que me de la gana sin que el «centralismo» se interponga en el 3% o el 10%…»
España como nación ya está lista,acabará siendo un batiburrillo «descentralizado» donde reinarán «los paisos catalans,el pais Vasco,Galicia,etc,después,seguro que Marruecos reivindicará El Andalus y ya estaremos listos y seremos el ejemplo a estudiar en Yale de como se trocea y destruye un pais entero.
Muchas gracias por el comentario. Puede haber algo de verdad en la ambición del independentismo pero es la misma ambición que tienen los grupos que luchan contra él. Y la población, de por medio, tomando partido por uno u otro, sin analizar racionalmente cada uno de los dos discursos. Por lo que respecta a España como nación, igual el problema empezó con el «café para todos» aunque creo, más bien, que es una cuestión de una de las más primarias emociones humanas: el orgullo, el «pues no me da la gana» y el «por mis coj…» Y, así, no se hace Política. Por cierto, el Al-Andalus fue reivindicado en su día por Bin Laden, así que imagínate si se pueden llegar a plantear dislates.
Como contestar al comentario sería mucho mas extenso que él, me limito a hacer un par de observaciones sobre los ejemplos que nos da el autor para tratar de «convencernos». Los ciudadanos españoles somos iguales, tenemos los mismos derechos, solo los catalanistas creen que no es así, porque ellos son superiores y no se cansan de repetir las malas inversiones del gobierno en otras autonomías porque para ellos lo único rentable es invertir en Cataluña, el lloriqueo constante por el «Corredor del Mediterraneo» y ponen por ejemplo lo bueno que sería para Valencia, Alicante , Murcia y hasta para Andalucía, pero no comentan porque no les interesa que Francia no quiere dar luz verde a esa idea, ni siquiera tienen un proyecto al respecto porque su puerto mediterraneo Marsella perdería mucho en competencia, pero claro hay que culpar al gobierno español para aumentar los deseos de independencia. Otra sandez del autor es comparar el manifiesto de unos señores intelectuales que hacen uso de la libertad de expresión criticando a un catalanismo cínico y oprtunista, con la ANC que dice ser una organización ciudadana y resulta ser el brazo duro de acción de ERC un partido que dice ser de izquierdas y todos sus movimientos son de extrema derecha, además de totalitario.
El autor del comentario no puede negar que es un catalanista resentido que se siente «superior» por toda la seríe de absurdeces que escribe. El catalanismo no es solidario con otras autonomías osea es antieuropeo tiene mas en común con Marine Le Pen que con cualquier partido democrático, su xenofóbia contra el que no es catalán es atroz, En fin, una joyita, Todos los españoles pagan los mismos impuestos, Cataluña es la tercera Autonomía que mas impuestos paga pero también la que mas recibe porque las deudas a los farnaceuticos, las pensiones y otras muchas mas las paga el gobierno central, despues dicen que «España les roba» cuando en realidad ellos tienen a los ladrones en casa, una mafia muy similar a Casa Nostra ( Masía Nostra ) acabamos de vivir las declararciones de Jordi Pujol y viviremos muchas otras ya que las investigaciones están dando resultado.
Muchas gracias por los comentarios tan constructivos que nos ha escrito. Todavía hace falta mucha pedagogía en España contrarrestar la pobreza argumental de dichos comentarios, teniendo en cuenta que quien lea el artículo titulado “Manifiesto de los tendenciosos y mentirosos” podrá observar la persona que responde no ha entendido el artículo. Por ejemplo, no se compara a la ANC con este grupo de intelectuales sino el hecho de que tanto la ANC como este grupo de intelectuales se erigen en sujetos políticos, sin ningún tipo de legitimidad democrática, para exigir a los gobiernos elegidos democráticamente que se plieguen a lo que ellos manifiestan.
Que los españoles no son iguales lo constata la Constitución de 1978 y no los catalanistas.
Poco debe amar a España si piensa que es más rentable haber hecho un aeropuerto en cada provincia en vez de potenciar los aeropuertos que sí son rentables. Es una pura cuestión económica fomentar e invertir en los lugares donde esa inversión será más rentable.
La pobreza intelectual continua etiquetando a ERC, partido al que no voto, de extrema derecha y totalitario cuando, tire de hemeroteca, Oriol Junqueras ha llegado a decir que, una vez obtenida la independencia de Cataluña, todo aquel ciudadano catalán que quisiera la doble nacionalidad la podría obtener sin ningún tipo de problema y que el castellano también sería lengua oficial de la supuesta Cataluña independiente. Dos decisiones muy totalitarias y de extrema derecha, sí señor.
La pobreza intelectual se manifiesta otra vez cuando relaciona “el no ser solidario” con ser antieuropeo ¿¿?? Y tiene más en común con Marie Le Pen que con cualquier otro partido democrático.
En fin, una mezcla de conceptos sin ningún sentido que contribuyen a generar más ruido que a aportar nuevos enfoques y más racionalidad a una situación que está enquistada desde hace tiempo.
Por último, el próximo comentario que vuelva a hacer tildando de sandez o absurdo comentarios míos o de otra persona no va a salir publicado porqué se lo voy a censurar. Una cosa es tener opiniones distintas, con argumentos, y la otra calificar las opiniones de manera negativa.
Son realmente cansinos los argumentos independentistas ,y llevas razón,estamos hasta los guitos de toda esa sarta de argumentos falaces.
Después de todos estos 39 años de sucesos desgrciados,incluidos los casi mil aseainatos de ETA y csi 30.000 heridos,da que pensar si Frnco no
tuvo razón, Al final de este desgraciado camino me doy cuenta de que los conocía bien…si me quieres «censurar» por esto,delante. Franco lo hacia también…