¡Qué guay es ser machista y estar alienado sin saberlo!

Me ha llamado mucho la atención la ceguera de todas las asociaciones feministas, que pusieron el grito en el cielo con el supuesto machismo del anuncio de Desigual para celebrar el Día de la Madre, ante el inocente, molón y súper sano anuncio de Actimel: la llamada del jefe.

El anuncio muestra la siguiente historia: una madre está dando de desayunar a su hijo y a su hija. La niña sale corriendo de la mesa y su madre la persigue con su chaqueta en la mano. El niño sigue sentado en la mesa desayunando y suena el móvil de la madre. Es una llamada de su jefe, que le deja el siguiente mensaje “Elena, prepárate que hoy tenemos mucho trabajo…” El niño se sorprende y cuelga el teléfono mientras aparece su madre. Le informa a su madre de lo duro que será su día de trabajo. El hijo le ofrece el actimel para que, cual poción mágica, aguante toda su jornada laboral y, cuando llegue a casa, aun siga teniendo ganas y fuerzas para jugar con él. Una voz en off afirma “nuestro ritmo de vida puede poner a prueba nuestras defensas…” mientras la mujer entra a su centro de trabajo. El anuncio finaliza con la madre jugando con sus niños a, lo que parece, cabalgar caballos mientras la voz en off concluye “Actimel: el desayuno de las defensas también para ti

La primera pregunta que se tendría que hacer una persona que se considerase de izquierdas, independientemente de que sea hombre o mujer, es: ¿Dónde está el padre? Y la segunda sería: ¿Qué hace el jefe llamando a un trabajador, en horas fuera de su jornada laboral, para decirle que se prepare porqué hoy va a tener un día durísimo en el trabajo?

Sin quererlo ni beberlo tenemos un anuncio que legitima al 100% la sociedad capitalista y patriarcal que tanto se supone que combate la izquierda y el feminismo y todo el mundo dice amén. Creo que no ha habido polémica porqué se muestra a una madre trabajadora que se enrolla y también tiene tiempo para jugar con sus hijos después de cumplir con su jornada laboral, por muy dura que sea. Es una súper mujer que llega a todo y de la que las feministas seguramente estarían muy orgullosas. Y, también, porque es muy bonito que una madre tenga tiempo para jugar con sus hijos. Y, también, porque qué mono es el hijo cuando se preocupa por el estado físico de su madre y le proporciona la poción mágica para que rinda en el trabajo y, una vez haya finalizado su jornada de trabajo, siga teniendo fuerzas y ganas para jugar con sus hijos.

Pero ¿de qué estamos hablando? En el fondo subyace la siguiente idea: mujer, te has incorporado al mercado de trabajo pero también tienes que hacerte cargo de las tareas domésticas. Y tanto una cosa como la otra las tienes que hacer con ganas.

Fijémonos que, además de legitimar una concepción patriarcal y machista de la familia, el anuncio legitima la alienación del trabajador, en su concepción más marxista. La protagonista del anuncio no es dueña de sí misma.

Por un lado, está a disposición de la empresa porqué seguramente, tiene suerte de tener un puesto de trabajo en esta época de crisis. Por tanto, al conseguir vender su fuerza de trabajo en estos momentos tan difíciles ha dejado de tener control sobre su vida porqué, como mínimo, tiene unos medios necesarios para subsistir.

Y, por el otro lado, también ha sacrificado el control de su vida para cumplir con las exigencias que la sociedad patriarcal le atribuye a la mujer por el hecho de serlo: también se tiene que hacer cargo de las tareas domésticas y, encima, con ganas tal y como le exige, para más ironía, el hijo varón.

2 Comments

  1. Exactamente como lo veo yo.

    Para empezar, hace unos ocho años que no veo la televisión, pero soporto anuncios de Youtube o cuando está la televisión puesta en casas ajenas.
    Pero sigo comprobando que las cosas no han cambiado, que ese machismo sutil sigue existiendo, además del papel de trabajador esclavizado que soporta estoicamente un modo de vida que nos venden, nos condicionan desde el colegio para que ese engranaje siga así y que podría ser totalmente diferente, pero no interesa.

    Muy buen post.

  2. Por otra parte está la actitud del niño, también claramente machista: mientras la niña sale de escena desde el primer momento (a toda prisa instada por su madre para llegar al cole/trabajo), el rey de la casa permanece en su trono y se permite contestar al móvil de su madre, colgarlo, y darle consejitos a su madre -al fin y al cabo una mujer-, y darle su poción mágica. Y no se toma su actimel.

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