El Mobile World Congress se parece cada vez más a los Juegos Olímpicos de la Antigua Grecia, en los que se imponía una tregua entre los pueblos en guerra mientras duraban los juegos.
Durante los 4 días que dura el congreso nuestros gobernantes se confabulan para que haya una tregua que no perturbe el MWC y que se desarrolle en un clima de seguridad, harmonía y paz social, que es falso completamente.
Parece como si fuera obligatorio que durante el MWC todos los actores tuviesen que permanecer callados, sin mostrar ningún tipo de crítica o denuncia por el bien superior que es sistema capitalista, en su máxima expresión.
Por este motivo es tan irritante ver cómo, año tras año, la alcaldesa de Barcelona Ada Colau y los partidos independentistas sólo se atreven a criticar al Rey Felipe VI, que es una de las figuras con menos importancia que visita el MWC.
Según la R.A.E. hipocresía es el “fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan”.
Por eso, es hipócrita por parte de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, no querer saludar a nivel institucional al Rey porque es un acto de “vasallaje impropio de una democracia del siglo XXI” y, al mismo tiempo, acudir a todos los actos con el Consejero Delegado de GSMA John Hoffman y besarle los pies de manera descarada para que el MWC no se vaya a otra ciudad, omitiendo y callando los atropellos a los derechos laborales (¿acaso convocar una huelga de metro no es un derecho fundamental?) y mirando para otro lado ante los flagrantes sucesos de sexismo imperante a la hora de contratar a personas por su aspecto físico, tal y como denunciaba Núria Gilgado, la secretaria de acción sindical de U.G.T.
Por eso, es hipócrita por parte del President de la Generalitat, Quim Torra, no querer saludar a nivel institucional al Rey y esquivar la foto con Felipe VI en los pabellones de España y Catalunya del MWC mientras le besa los pies al Consejero Delegado de GSMA John Hoffman, obviando sus declaraciones sobre un plan B para cancelar el MWC y trasladarlo a otra ciudad debido a la inestabilidad política que se generó en Catalunya en el otoño de 2017. Inestabilidad que el President Quim Torra defiende, promueve y profundiza cuando sigue manifestando que trabajará para implantar la República declarada.
Quevedo escribía en 1648 el poema “Poderoso Caballero es Don Dinero”. Supongo que dicho poema sigue teniendo vigencia en la actualidad cuando la dignidad de un pueblo, perdón, de los ciudadanos y sus derechos fundamentales son un gasto demasiado pequeño para ser perfectamente asumible en una buena cuenta de explotación de 473 millones de euros.
sergileal 