Antes de escribir este artículo he visto más de diez veces el polémico anuncio con el que la firma Desigual celebraba el Día de la Madre.
Colectivos tan dispares como la Consejera de Bienestar Social y Familia Neus Munté, militante de CDC, Mujeres de CCOO, Dones d’Iniciativa o Ada Colau han pedido la retirada del anuncio por razones tales como “la frivolización de lo que es la prevención, y de lo que es la seguridad en todo lo que hace referencia a las enfermedades de transmisión sexual, el virus del VIH y los embarazos” (Neus Munté) o que el anuncio es “denigrante y sexista” (Mujeres de CCOO) o porqué el anuncio es “irresponsable, frívola y ofensiva” (Dones d’Iniciativa). En Twiter ya pasamos directamente al insulto de los creativos de la campaña, tratándoles de imbéciles (Ada Colau o Facua), sicarios de Gallardón o de retrógrados machistas (Pablo Lahoz). En su defensa Desigual ha emitido un comunicado en el que expone que el anuncio del Día de la Madre es un “grito a la liberación personal y al derecho a perseguir los sueños” y acaba apelando, como todos los que generan polémica con y sin intención a la libertad de expresión, al respeto y la libertad de interpretación.
Y la libertad de interpretación sí que es una apelación interesante. ¿Por qué? La respuesta está en el análisis del anuncio. ¿Realmente todos estos colectivos, tan escandalizados con el anuncio, han analizado en profundidad las imágenes que el anuncio transmite? ¿O se han quedado sólo con la imagen, casi apocalíptica, de una “niñata” pinchando condones convirtiéndola, más o menos, en el Diablo de la nueva religión laica?
Volvamos al visionado del anuncio (ya voy por la doceava vez) para analizar, desde una perspectiva sociológica, los valores que podría transmitir (si bien hay que aceptar que, a lo mejor, no era la intención del creativo mostrar esos valores). La historia del anuncio es la siguiente:
- El primer plano es una mujer que se acerca al espejo con un cojín en la mano, mientras sale sobre-impresionado “#tudecides”, y se lo pone debajo del vestido para ver cómo le quedaría la pieza si estuviese embarazada. 2. Después de varias posturas y movimientos corporales se convence de que el vestido también le quedará genial estando embarazada. 3. Coge los preservativos que tiene y los pincha porqué ve que, aunque esté embarazada, también podrá vestirse con la pieza de Desigual. 4. Ella se guarda los preservativos pinchados en el bolso y va en busca del que será el padre de su futuro hijo.
Si bien estamos en la sociedad visual donde una imagen vale más que mil palabras, con los anuncios es conveniente hacer el ejercicio de describirlo porque te obliga a pensar en las imágenes que uno mismo está visionando.
Después de la vigésima vez que veo el anuncio puedo afirmar que el escenario en el que se desarrolla la acción es la vivienda de la mujer que protagoniza el anuncio porqué, según el devenir de la historia, la mujer se está probando el vestido de manera desenfada y sin ningún tipo de la autocensura que nos aplicamos todos, aunque sea alguna vez, cuando hay otra persona delante y porqué, al final del anuncio, la mujer coge el bolso de una cama que está en una habitación decorada con el mismo estilo que se ve a través del espejo de la primera parte del anuncio. Como a través del espejo se puede observar que el dormitorio es grande, se puede deducir que el piso también es grande aunque no tengamos los metros cuadrados exactos. Es decir que, para empezar, estamos delante de una mujer que vive sola y que tiene una hipoteca o paga un alquiler bastante elevado. Por tanto, se puede afirmar sin mucho margen de error que la mujer tiene una buena posición económica.
Si analizamos la actitud de la mujer podemos afirmar que es una mujer muy segura de si misma, independiente, que tiene muy claro lo que quiere ser en ese momento y que sabe que tiene las capacidades necesarias para poder conseguir todo aquello que se proponga. Una mujer sin ningún complejo patriarcal, dueña de si misma y tierna a la vez (cuando se mira en el espejo como si estuviera embarazada, los movimientos pasan a ser pausados y tiernos)
Y digo, siempre, mujer porqué la protagonista del anuncio tienen una edad social que no es la de Miley Cirus, por poner un ejemplo. Aquí no estamos frente a una tardía adolescente que está estudiando un grado superior. Esta mujer está mucho más cerca de los treinta que de los veinticinco. Y este detalle tiene más importancia de la que parece teniendo en cuenta el tipo de críticas que ha recibido el anuncio alrededor de lo frívolo, irresponsable…
Resumiendo, nos encontramos con una protagonista mujer, de unos treinta años, que vive sola y que, por lo que se desprende de su actitud y de donde vive, con una posición social media-alta. Lo que sí que no se puede saber es si la buena posición económica que transmite le viene dada por una herencia o por tener un puesto de trabajo de calidad en el que se siente realizada. Sinceramente, me decanto por la última opción.
Después de la trigésimo cuarta vez que veo el anuncio, me doy cuenta que la acción de la mujer puede llegar a ser uno de los iconos más feministas de la historia porqué ¿Qué una mujer decida ser madre es machista? ¿O es que ya no nos acordamos, Dones d’Iniciativa, de la barriga embarazada hippy con el escrito “fruto del amor” del Festival de Woodstock en 1969? Fijémonos que estamos ante una mujer, de una buena posición económica, con una sexualidad activa y responsable, como lo demuestra el hecho de que tenga en su poder preservativos (por tanto, cabe deducir que los utiliza en el momento requerido a fin de prevenir enfermedades de transmisión sexual y evitar embarazos no deseados), que lleva un tiempo meditando el hecho de ser madre y que, encima, quiere ser madre ella sola. Porqué el hecho de pinchar los preservativos implica, por un lado, que el hombre con el que realice el acto sexual no sabrá que está siendo utilizado para fecundarla y, por el otro, que es muy responsable de tomar medidas a fin de evitar enfermedades de transmisión sexual. Por tanto, toda la crítica al anuncio por retrogrado y machista cae por su propia inconsistencia.
Esta mujer no quiere reproducir la familia nuclear clásica derivada de la cosmovisión patriarcal en la que el hombre es el miembro de la familia que tiene el poder y todos los demás miembros se encuentran en una posición de dominados respecto a él. Lo que quiere ser esta mujer es madre ella sola. Y lo puedo afirmar con rotundidad porqué, si tuviera pareja y quisiera formar una familia, sería del género idiota buscar un hijo con la pareja utilizando el preservativo pinchado en vez de hacerlo sin medidas, que es mucho más seguro y placentero si una pareja busca tener un hijo.
A mi modo de ver, hay dos aspectos verdaderamente criticables en toda esta polémica:
Primero, lo único frívolo del anuncio es que la mujer decida ser madre a principios de primavera para que, cuando esté embarazada de cuatro o cinco meses, en verano se pueda seguir poniendo el vestido Desigual que tan bien le sienta, sin estar y estando embarazada.
Segundo, las críticas totalmente exageradas e irracionales de los colectivos feministas que demuestran, definitivamente, que han perdido totalmente el norte en las cuestiones de género. Hay que ser muy rigurosos en las críticas por qué, si se hacen a la ligera, puede acabar convirtiéndose en calumnias y chismorreos más propios de las marujas a las que tanto se critica que de luchadoras feministas que todavía son necesarias en nuestra sociedad. Porqué, como se ha demostrado en el análisis sociológico de este anuncio, la protagonista del anuncio ni es frívola, ni es irresponsable, ni es retrograda, ni tiene una concepción machista de la familia.
Advierto que Desigual no me ha pagado ni un euro por defender el anuncio.
Yo creo que aqui se presentan varios y serios dilemas: morales, legales y de salud pùblica, los cuales considero intrinsicamente relacionados.
Cuando hablo de salud pùblica, lo haga en relacion a las reales posibilidades de transmisiòn desde enfermedades venèreas de diversa ìndole, con posibles secuelas de por vida, a SIDA, lo cual son palabras mayores, desde el momento que èsta, inclusive, puede acarrear la muerte y frivolizar en un anuncio con algo tan serio me parece, cuando menos, inconsciente y peligroso.
Otro de los dilemas que plantea, es el moral. La mujer estàs pribando, al inconsciente donante, de la posibilidad de conocer una futura paternidad, sobre la que no tendrìa ningùn derecho dado el engaño al que es sometido.
El tercer y ùltimo dilema es el legal, dado que la mujer pone en riesgo la vida del hombre, al no sospechar este ningùn problema al haber utilizado preservativo, pudiendo en caso de contraer alguna de las enfermedades anteriormente nombradas y enterarse, tomar serias aciones legales contra ella, lo que podria acarrearle inclusive penas de carcel.
Por todo lo anterior mencionado, creo que el anuncio es seriamente peligroso por el mensaje irresponsable que transmite y deberìa ser sancionado.
Hola. A mí lo que no me gusta de este anuncio es que juega con el viejo estereotipo de mujer que utiliza el sexo y el engaño para manipular a los hombres; aunque probablemente esta chica pretende embarazarse por su cuenta en un encuentro fortuito, recuerda demasiado a las historias donde los embarazos servían para cazar parejas. Una mujer liberada que decide no necesita engañar a nadie. Frivoliza con ese tema, y ya puestos, con el de la protección de las ets. Muy poco acertado.