La conspiración de los refugiados sirios

refugiados

La situación de los refugiados sirios en los campos improvisados y oficiales como el de Idomeni frente a las fronteras europeas es un drama que nadie puede negar excepto aquellas personas ignorantes, estúpidas y cobardes que tienen miedo del otro, de lo desconocido, porque son personas inseguras y débiles.

Ahora bien, sigue habiendo algo en todo este drama que, lo siento, no me cuadra. Y no me cuadra porque este marzo ha hecho el 5º aniversario de la Guerra de Siria y todo el conflicto de los refugiados empezó en junio – julio del 2015, es decir, cuando ya íbamos por el cuarto año del que, posiblemente, sea el conflicto bélico más complejo del siglo XXI. ¿Cómo es posible que en un país que sufre 5 años de guerra, con más de 7,5 millones de desplazamientos internos, estos ciudadanos puedan reunir miles de euros para costearse el viaje al infierno que es pagar a las mafias si en España el 45% de las familias no puede permitirse ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año, tal y como recoge la Encuesta de Condiciones de Vida 2014?

Por tanto, vamos a jugar un poco a las teorías de la conspiración: ¿y si resulta que los miles de refugiados sirios no son sino meros títeres que están siendo utilizados para debilitar a la UE por aquellos actores internacionales que ven con muchos recelos el fortalecimiento de dicho actor en el panorama internacional?

La crisis económica empezó en el otoño de 2007, marcando el inicio de un periodo en el que las políticas de austeridad que la Derecha europea impuso a los países de Europa del Sur hizo agrandar la desigualdad social a través del empobrecimiento de la clase media. Mediante el dogma de la austeridad se pretendió azuzar rivalidades entre el norte y el sur europeos, sin demasiado éxito pues, en el fondo, todos somos europeos que compartimos una misma cultura con un vector ideológico izquierda-derecha transversal a nivel europeo. Además, la respuesta comunitaria frente a la crisis de deuda pública fue más Europa con las actuaciones del BCN, por un lado, y las nuevas políticas fiscales y financieras, por el otro.

Ante tamaño fracaso, los enemigos de la UE tenían que encontrar otra forma de debilitar a ese gran actor internacional que debería ser la UE.

¡Y vaya si la han encontrado! Y, además, de la manera más zafia posible. El auge de partidos islamófobos y anti-europeos en la mayoría de los parlamentos nacionales comunitarios como Aurora Dorada (Grecia), Partido de la Libertad (Holanda), UKIP (Reino Unido), Frente Nacional (Francia) han sido y serán utilizados por los enemigos de la UE como chispas para incendiar aquello que sí puede dinamitar el proyecto europeo, tal y como se concibió.

Para ello, no es sólo necesario llenar la Vieja Europa de musulmanes sino que los atentados terroristas que vienen sucediendo de manera consecutiva a lo largo de 2015 son la coartada perfecta para alimentar el miedo de unos europeos que, castigados por la austeridad comunitaria y por unas élites políticas incapaces de encontrar soluciones a su situación cotidiana con la falsa excusa de «nos lo impone Bruselas”, ya no ven a la UE como el paraíso en la tierra y, siguiendo la demagogia barata de gente como el arzobispo Cañizares cuando decía aquello de ¿Esta invasión de emigrantes y de refugiados es todo trigo limpio? y demás xenófobos, creen que la vuelta a los Estados-nación les garantizará esa seguridad y bienestar perdidos.

A tenor de como se está gestionando la crisis de los refugiados los enemigos de la UE están consiguiendo su propósito. La debilidad que muestran los gobiernos europeos a la hora de afrontar esta dramática situación sólo hace que acrecentar la creencia en dicha teoría.

Al fin y al cabo, los enemigos de la UE han dejado de lado complejos análisis geoestratégicos y se han centrado en aplicar a los estados comunitarios la vieja táctica del “divide y vencerás”.

El problema es que el patético «buenismo» de determinadas posiciones en la izquierda europea impide combatir de manera eficaz y eficiente el drama en el que se ha convertido la llegada refugiados de guerra, cuyo status está recogido el artículo 1 de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados.

Creo que existen 3 niveles de actuación para solucionar la situación de los refugiados en las fronteras europeas:

El más fácil de todos es ayudar a esos miles de refugiados, que se amontonan hacinados en los distintos campos y a lo largo de las fronteras europeas. Es una auténtica vergüenza que no se destinen partidas comunitarias, que suponen un minúsculo esfuerzo en el presupuesto comunitario, para mejorar la vida cotidiana de esas personas que tienen nuestros mismos derechos en tanto que ciudadanos del mundo.

El segundo nivel pasa por combatir las mafias que trafican con estos ciudadanos a nivel policial. Es totalmente inadmisible que se lleguen a encontrar colgados en los postes de los campamentos folletos de estos macabros viajes anunciando nuevas rutas por Albania con una facilidad pasmosa y sin saber quién ha sido.

El tercer nivel es el más complejo de todos. La UE debe de asumir, de una vez por todas, la necesidad de tener una política exterior común que se deje de eternos complejos colonialistas y que permita intervenir militarmente en una zona en conflicto.

Porque el problema no son los refugiados.

El problema es el que planteaba el General de los Servicios Secretos de El Líbano cuando, en una entrevista a El País el pasado 10 de octubre de 2015, decía: “Esta gente es peligrosa no sólo para nosotros, sino para Europa, por lo que luchamos codo con codo. Su responsabilidad es apoyarnos: si nos vencen a nosotros aquí, luego se dirigirán a Europa

Está claro que son los propios musulmanes quienes tienen que solucionar todos los problemas que hay en Oriente Medio y que la Democracia Occidental no se puede imponer a cañonazos, tal y como se pretendió con las primaveras árabes, pero la UE no puede olvidar sus responsabilidades en el origen con la excusa de la no injerencia.

Sólo con la educación y la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos de la zona podremos luchar y vencer con éxito a esa lacra para todo el mundo que es el yihadismo.

8 Comments

    1. Prohibir una religión no creo que sea la solución al problema. Al fin y al cabo, el Islam no deja de ser una religión como la católica o la hebrea. ¿También prohibimos estas?

  1. Sólo con la educación y la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos de la zona podremos luchar y vencer con éxito a esa lacra para todo el mundo que es el yihadismo.
    la Democracia Occidental no se puede imponer a cañonazos.
    yo me quedo con estos dos puntos de vuestra interesente reflexion.

  2. la Democracia Occidental no se puede imponer a cañonazos.
    Sólo con la educación y la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos de la zona podremos luchar y vencer con éxito a esa lacra para todo el mundo que es el yihadismo.
    me quedo con estos dos puntos de vuestra interesente reflexion.

    1. La Rusia de Putin, EEUU, los grandes lobbies internacionales, Israel, China… La UE, como actor internacional que es, tiene sus enemigos y eso, en política internacional, es de lo más normal. No hay ninguna teoría conspirativa detrás

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