La búsqueda de un tesoro es una de las aventuras humanas más representadas y protagonizadas por todos nosotros.
Desde John Silver en La Isla del Tesoro hasta Jacques Sauniére y sus juegos de pistas a su nieta Sophie en El Código da Vinci; desde Indiana Jones hasta Tomb Raider; desde una gymcana de cualquier fiesta hasta dejar pistas por la casa para encontrar los regalos que los Tres Reyes Magos dejan en las casas.
Por eso es muy gratificante ser consciente de que se abre una nueva, curiosa e interesante búsqueda del tesoro cuando uno pasea por las calles de su barrio. En concreto del Barri de Gràcia de Barcelona.
Un barrio que sigue sorprendiendo por albergar singulares tesoros artísticos, que se convierten en pequeñas piezas codiciadas simplemente por la alegría que proporciona encontrar algo original en una cosa cotidiana, mundana, de toda la vida como son los carteles de los pequeños negocios, que se encuentran dispersados por las calles del barrio.