España va a elecciones otra vez debido a que PSOE y Podemos no han sabido ponerse de acuerdo, Albert Rivera ha engañado a toda España diciendo que Ciudadanos es un partido de centro-liberal y el PP le ha devuelto a Pedro Sánchez (y al PSOE, que no olvide el aparato) su “no es no” a Rajoy.
La incapacidad para ponerse de acuerdo y el fracaso de la investidura no es más que un reflejo para nada distorsionado, de una sociedad que está poniendo como eje vertebrador de su existencia la apariencia, la superficialidad y la arbitrariedad. Desde los asesores, desquiciados con unas encuestas cuya representatividad se podría poner en duda, a una adolescente cuya droga más potente es un “like” en Instagram pasando un trabajador, seguramente, en precario que te pide que pongas opiniones buenas de él en internet, toda la sociedad occidental parece haberse instalado en el cruel vaivén del “qué dirán”
Cuando en una sociedad es más importante el estar pendiente del que dirán que de la racionalidad para hacer el bien común esa sociedad deja de ser democráticamente madura para pasar a ser una sociedad infantil y superficial en la que es muy fácil jugar con las emociones y, por tanto, engañar a los ciudadanos mediante falsedades, miedos… El éxito de Trump, el Brexit, el independentismo catalán… se explica en gran medida por esa superficialidad.
Iván Redondo ha cometido un error que la izquierda española va a pagar a un precio muy alto: confundir un “like” de Instagram con un voto.
sergileal 