La desesperación lleva a pretender realizar actos sinsentido que, mediante desvergonzadas justificaciones, parece que sean lo más lógico y sensato del mundo.
El intento de Inés Arrimadas de crear una gran coalición con el PP en las CCAA históricas para defender una España en blanco y negro es el último acto desesperado de quien se sabe que las elecciones del próximo 5 de abril, junto con las elecciones catalanas, serán su última función en la política española.
¿Es comprensible que, después de la negativa de Albert Rivera (¿alguien se acuerda dónde está?) a coaligarse con el PSOE y los pactos de C’s con el PP para gobernar distintas CCAA y ayuntamientos de toda España, el PP se muestre dispuesto a buscar coaliciones pre electorales con C’s en Galicia y el País Vasco, siguiendo la estela de Navarra Suma (que se configuró antes del batacazo electoral de noviembre), donde C’s no ha obtenido representación parlamentaria?
Sí y es lo que debería hacer porque es el mejor camino hacia la absorción completa de C’s dentro del PP. Pablo Casado debe saber utilizar su posición de fuerza y apretar a C’s para que se coaligue en Galicia y el País Vasco bajo sus siglas si quiere obtener réditos beneficiosos de los votos de C’s en dichas CCAA.
Porque después del batacazo electoral del pasado 10N ¿Alguien se cree que, en Galicia, C’s va a obtener mejor resultado que los 48.103 votos de las pasadas elecciones gallegas? ¿Alguien se cree que C’s obtendrá mejores resultados, en el País Vasco, si siguen pretendiendo eliminar el concierto económico en su fuero más interno?
Inés Arrimadas afirmó que “yo siempre, siempre, voy a poner los intereses de mi país por encima de los intereses de mi partido”. Si realmente cree esta frase, la mejor manera de defender a España sería fusionarse directamente con el PP para no fragmentar más el voto de la Derecha.